El día 2 de marzo del presente año fue llamado a la Mansión Celestial nuestro querido pastor, amigo y hermano Jonathan Loreto Campos, lo conocí en un ciclo de conferencias al cual se le invitó en el 2007, al año siguiente Dios dispuso que viniera a trabajar a Monterrey, se trasladó desde su estado natal Veracruz, llegó a “Bethesda” en octubre, junto con su querida esposa, Noemí Flores de Loreto.
Sirviendo en el comedor ambulante de niños y personas adultas mayores.
Siervo de Dios muy activo, con grandes dones para la labor social hacia el prójimo y con un entusiasmo contagioso; en poco tiempo presentó un Plan de Trabajo para cinco años, organizó el Ministerio de la Pastoral Social llamado “Redes de Misericordia” con distintas líneas de trabajo:
- El comedor ambulante para pobres.
- La misión infantil “Estanque de Bethesda”.
- La misión para adultos “Topo Chico”.
- Desayunos para personas que esperan a sus familiares afuera de los hospitales.
- Cenas para el personal de hospitales y familiares de pacientes.
- Elaboración y venta de conservas.
- Elaboración y venta de plantas miniatura.
- Boteo en centros comerciales.
- Venta de ropa, juguetes y zapatos usados.
- La estancia de día para adultos mayores “Hilda y Tabita”.
Todas estas actividades además de las propias de la congregación: visitas a enfermos, Santa Cena en casa de enfermos y personas adultas mayores sin movilidad, despensas, retiros espirituales, convivencias con jóvenes, convivencias con señoras, convivencias con señores, campamentos, talleres de elaboración de comida, talleres para matrimonios, talleres de alabanza, de música sacra, días de oración, congreso de mujeres, cantatas……en un año cinco meses que Dios le permitió enseñar a esta Iglesia a salir del “banco”.
Doy gracias al Señor por haber compartido, junto a mi familia, muchas experiencias en las que uníamos nuestras fuerzas para impulsar a los demás hermanos a usar sus dones.
- El comedor ambulante para pobres.
- La misión infantil “Estanque de Bethesda”.
- La misión para adultos “Topo Chico”.
- Desayunos para personas que esperan a sus familiares afuera de los hospitales.
- Cenas para el personal de hospitales y familiares de pacientes.
- Elaboración y venta de conservas.
- Elaboración y venta de plantas miniatura.
- Boteo en centros comerciales.
- Venta de ropa, juguetes y zapatos usados.
- La estancia de día para adultos mayores “Hilda y Tabita”.
Todas estas actividades además de las propias de la congregación: visitas a enfermos, Santa Cena en casa de enfermos y personas adultas mayores sin movilidad, despensas, retiros espirituales, convivencias con jóvenes, convivencias con señoras, convivencias con señores, campamentos, talleres de elaboración de comida, talleres para matrimonios, talleres de alabanza, de música sacra, días de oración, congreso de mujeres, cantatas……en un año cinco meses que Dios le permitió enseñar a esta Iglesia a salir del “banco”.
Doy gracias al Señor por haber compartido, junto a mi familia, muchas experiencias en las que uníamos nuestras fuerzas para impulsar a los demás hermanos a usar sus dones.
Durante los servicios podía ver su rostro cuando compartía la Palabra de Vida con pasión y amor, nos enseñó a apreciar las bendiciones de nuestro Padre aun en los “malos” momentos. Respondíamos ante su pregunta al inicio de cada sermón ¿cómo están? ¡bendecidos!, cuestionamiento que se volvió común.
Uno de sus primeros sermones en esta congregación fue el de los milagros del Ángel de Jehová en el estanque de Bethesda y a partir de él, cada vez que iniciábamos una actividad nueva o terminábamos un ciclo de acciones preguntaba ¿qué estamos haciendo? A lo que contestábamos ¡moviendo el agua!
Revolucionó el estudio de la Palabra de Dios, quién dijo que en una Iglesia no se puede aprender a través de la Homilética, Cristología, Soterología, Escatología, Apologética, Catecismos, Confesiones… fue la primera vez que escudriñamos la Biblia con otros recursos.
Un apasionado de la vida, obra y enseñanzas que Dios reveló a través de Pablo. Mostró un análisis distinto de las epístolas paulinas, señalaba haberlo aprendido de su maestro el Dr. Gerald en el Seminario “Juan Calvino”.
Hombre humilde, seguro de sí mismo, con una vida de fe, caminante del sendero de sabiduría y rectitud, lleno del Espíritu Santo, con grandes planes al servicio de Dios… pero nuestro Señor cumple su propósito en cada uno de nosotros y fue llamado ante su Presencia. Su cuerpo físico no está; pero el entusiasmo, el ímpetu y el deseo por agradar a Dios de muchas formas prevalecerá. Caminó hacia el sendero de paz, dejó su cuerpo enfermo, llegó a Cristo su roca fuerte y su refugio.
Gratos recuerdos tendremos en nuestra mente y corazón, sus palabras y hechos quedan grabados en Bethesda. Buen sembrador…. Estoy segura que hoy mi hermano, Jonathan Loreto Campos, escuchó las palabras de Jehová: “Buen siervo fiel, en lo poco has sido fiel… en lo mucho te pondré, entra en el gozo de tu Señor”.
Uno de sus primeros sermones en esta congregación fue el de los milagros del Ángel de Jehová en el estanque de Bethesda y a partir de él, cada vez que iniciábamos una actividad nueva o terminábamos un ciclo de acciones preguntaba ¿qué estamos haciendo? A lo que contestábamos ¡moviendo el agua!
Revolucionó el estudio de la Palabra de Dios, quién dijo que en una Iglesia no se puede aprender a través de la Homilética, Cristología, Soterología, Escatología, Apologética, Catecismos, Confesiones… fue la primera vez que escudriñamos la Biblia con otros recursos.
Un apasionado de la vida, obra y enseñanzas que Dios reveló a través de Pablo. Mostró un análisis distinto de las epístolas paulinas, señalaba haberlo aprendido de su maestro el Dr. Gerald en el Seminario “Juan Calvino”.
Hombre humilde, seguro de sí mismo, con una vida de fe, caminante del sendero de sabiduría y rectitud, lleno del Espíritu Santo, con grandes planes al servicio de Dios… pero nuestro Señor cumple su propósito en cada uno de nosotros y fue llamado ante su Presencia. Su cuerpo físico no está; pero el entusiasmo, el ímpetu y el deseo por agradar a Dios de muchas formas prevalecerá. Caminó hacia el sendero de paz, dejó su cuerpo enfermo, llegó a Cristo su roca fuerte y su refugio.
Gratos recuerdos tendremos en nuestra mente y corazón, sus palabras y hechos quedan grabados en Bethesda. Buen sembrador…. Estoy segura que hoy mi hermano, Jonathan Loreto Campos, escuchó las palabras de Jehová: “Buen siervo fiel, en lo poco has sido fiel… en lo mucho te pondré, entra en el gozo de tu Señor”.
¡A Dios sea la Gloria!
Hna. Ma. del Refugio Martínez Rocha
Jonathan Loreto Campos en Expoayuda Monterrey 2009